La industria navarra mira más que de reojo a Alemania y Francia. La repercusión de los posibles confinamientos de estos países arroja una nueva fotografía sobre el panorama de la Comunidad foral. “Alemania y Francia son clientes fundamentales para Navarra. Hace 15 días me preocupaba menos por estos países. Pero sus decisiones sobre el confinamiento son malas noticias para Navarra. Y no solo por el tema de la automoción, de los ‘polos’ de Volkswagen, sino por todo el tejido industrial”. Esta fue la preocupación que expresó Juan Miguel Sucunza, presidente de la Confederación Empresarial de Navarra (CEN), durante el foro DN en Vivo que se celebró en Diario de Navarra y que estuvo centrado en la industria. El objetivo era analizar cómo había afrontado el sector la pandemia y qué retos tiene por delante ante la nueva ola del virus. Participaron en esta cita en el periódico, además de Sucunza, el consejero de Desarrollo Económico y Empresarial del Gobierno foral, Manu Ayerdi; Ana Ursúa, directora general de la Asociación de Industria Navarra (AIN); Miguel Iriberri, presidente de la Fundación Industrial de Navarra, y Miguel Ángel Riezu, subdirector de Diario de Navarra, quien se encargó de la presentación. El debate estuvo moderado por el periodista del rotativo Yulen Garmendia. Por las circunstancias sanitarias, el encuentro-debate se celebró sin público y el vídeo de su contenido está disponible en la web del periódico.
En la línea del presidente de la CEN se manifestó Ana Ursúa, para quien, si en la primera ola del virus Navarra pudo salir adelante, ahora sería “una muy mala noticia los confinamientos de los países vecinos y del nuestro porque lo importante es que siga habiendo demanda”. Iriberri recordó que le 98% del tejido empresarial está formado por pymes y que, después de haber vivido una “importante” recuperación en verano, “asistimos a otro proceso de caída”. “No saber qué va a pasar en enero y en febrero está llevando a que algunas empresas estén incluso cerrando”, dijo. El presidente de la Fundación Industrial incorporó una nueva crisis, la del “desánimo y de la motivación, contra la que están luchando las empresas”.
“Estupenda” reacción
Una opinión que quiso matizar Ursúa: “Las empresas están reaccionando estupendamente, están haciendo un esfuerzo enorme y se ve en que casi no hay incidencia de covid en ellas, a pesar de la presencialidad, porque esta es esencial”. En esta línea, Sucunza apuntó: “Las empresas navarras han reaccionado de una manera positiva y rápida”.
La visión positiva la representó Ayerdi. “Los mercados fundamentales de Navarra como Alemania y Francia son claves. Pero no todo es igual. Tenemos la suerte de que nuestros sectores importantes (energético, agroalimentario, automoción, papel…) no son los que se han visto afectados fuertemente, como el aeroespacial. Por eso, nuestra foto industrial es buena en general”, apuntó.
Los ponentes coincidieron en que una de las lecciones aprendidas con la pandemia ha sido el funcionamiento de la colaboración público-privada. “Siempre habíamos hablado de esta necesidad, pero lo hemos sabido poner en marcha ahora”, señaló Ursúa. Para la directora de AIN, se ha visto en este tiempo cooperar a personas distintas, en plazos muy cortos, para diferentes temas.
Manu Ayerdi destacó como otra de las lecciones que ha dejado la pandemia la vulnerabilidad: “Nunca habíamos contado con los riesgos sanitarios, algo que nos está generando una vulnerabilidad extraordinaria, acompañada de incertidumbre”.
No solo una industria
Miguel Ángel Riezu destacó el papel “nuclear” que juega la industria en Navarra y el efecto de la pandemia, que la “ha golpeado con fuerza”. “De los 1.100 millones de euros que ha perdido la economía navarra en el primer semestre (un 10% del PIB), cerca de 400 millones corresponden a la industria”, dijo. Recordó que no hay una, sino muchas industrias y que en el confinamiento la industria ha tenido una “caída rápida, pero también una veloz recuperación, aunque desigual”. “Mientras la automoción fue la que más se hundió en primavera, ya ha vuelto a encontrar su velocidad casi normal. En cambio, el agroalimentario ha sido mucho más estable”.
