Nace DINAGRO, el Día de la Industria Agroalimentaria de Navarra

A la crisis provocada por la subida de los costes de producción (materias primas, energía, gasóleo…) que lleva meses sufriendo, la industria agroalimentaria de la Comunidad foral ha ido sumando preocupaciones. El panorama lejos de despejarse es cada vez más incierto y tanto la inflación como la sequía, dos factores interconectados que siguen sin dar muestras de contención, están poniendo contra las cuerdas la supervivencia de muchas empresas. Las dificultades para trasladar el incremento de los costes al mercado afectan a empresas de toda la cadena de valor de un sector estratégico para la economía navarra que aporta el 15% del PIB industrial de la comunidad y emplea a cerca de 30.000 empresas.

Desde agricultores, a ganaderos, pasando por la industria y la distribución. Todos dejan clara la apuesta: ser cada vez más eficientes y sostenibles. Retos que la imperiosa necesidad de gestionar la subida de costes (energéticos y también de las materias primas) sin que el consumo se resienta y la existencia de unos recursos materiales y humanos cada vez más escasos obligan a acelerar. A la administración le reclaman simplicidad normativa y un plan de empleabilidad para el sector. El problema derivado de la subida de costes es una constante en el discurso de las empresas, cada una eso sí con sus peculiaridades. Desde la energía, que ha disparado las facturas, al cerdo, la principal materia prima para empresas como Cárnicas Galar y que ha subido un 55% desde enero de 2022, pasando por los piensos, de los 270€/tonelada a los 490, o los abonos, cuyo precio se ha triplicado. Con todo, como resumió este viernes Ignacio Barberena, directivo de Ganados Barberena, “en un mundo tan globalizado, no podemos vivir esperando ayudas ni acomodarnos, sino buscar la total eficiencia porque tenemos que producir lo más barato que podamos. Nuestras empresas son más difíciles de lo normal porque dependen de factores externos”.

El consumidor, cada vez más influyente en las empresas

Barberena fue uno de los profesionales que participaron en el Día de la Industria Agroalimentaria, un espacio de debate organizado por Diario de Navarra con el patrocinio de Laboral Kutxa, Exkal y Viscofan y la colaboración técnica de Alinar, Cooperativas Agroalimentarias de Navarra, CNTA y Nagrifood que tuvo lugar en Baluarte y al que asistieron más de un centenar de representantes del sector. A lo largo de cinco horas se pusieron sobre la mesa los principales retos a los que se enfrenta toda la cadena de valor y se desgranaron las estrategias que están llevando a cabo tanto las empresas como el propio sector para ganar en eficiencia. En la primera de las mesas de debate, para abordar la situación y retos, participaron además del directivo de Ganados Barberena, Iván Romero, director adjunto de Cárnicas Galar, Juanma Garro, presidente de Lacturale, Mario Bellido, gerente de las Bodegas Malón de Echaide y Fermín Aldaz, director de Marketing en Florette. Coincidieron en la dificultad de trabajar en el medio-largo plazo cuando existen problemas para definir el corto plazo. “Hemos tratado de dar confianza y transmitir claridad para dar certidumbre a clientes y consumidores pero nos está costando”, admitió el directivo de Florette.

Las primeras palabras de Juanma Garro, que abrió el turno de intervenciones, fueron para defender la necesidad de hablar del sector «no sólo en términos económicos, sino a nivel personal y físico. Somos los que alimentamos. No lo demos por hecho. La esperanza de vida es cada vez mayor y eso es así porque producimos unos alimentos de gran calidad. Lo tenemos que reivindicar», defendió antes de remarcar que «toda sociedad que no cuida a su sector primario está condenada a pasar hambre. Los productores que vamos detrás de una marca no nos vamos a deslocalizar nunca. Es algo que que no ocurre con la marca blanca que se ha hecho a costa de la calidad y el empleo».

Iván Romero, director general adjunto de Cárnicas Galar, pidió poner coto a la demonización de la carne, «como pegarnos tiros al pie» y apuntó al consumo como uno de los puntos críticos del sector. «Pensábamos que en septiembre habría cierto retroceso pero finalmente no se produjo y mientras el consumo se mantenga, podremos capear el temporal». Donde sí se ha resentido el consumo es en el sector del vino que no se ha recuperado del impacto que sufrió tras la pandemia de la covid. «A cierre de 2022, las bodegas tenían en stock 70 millones de litros de vino que equivalen a dos cosechas», señaló Mario Bellido, gerente de las Bodegas Malón de Echaide quien cuestionó que mientras que denominaciones importantes como las de León y Rioja van a recibir ayudas para reducir el stock, a Navarra no van a llegar.
Bellido reclamó la correcta aplicación de la Ley de la Cadena Alimentaria. «No se puede cortar uva por debajo de costes y no puede ser que una botella de rosado de Navarra valga 1,50 euros en una gran superficie porque con esos precios alguien pierde dinero». El director Comercial y Marketing en Florette, Fermín Aldaz, apuntó otro de los grandes retos que el sector tiene por delante: «las gestión de los recursos materiales y humanos». «O somos eficientes y competitivos o no llegaremos a ningún sitio», deslizó Barberena quien quiso recordar «la enorme responsabilidad que tenemos los productores para que los alimentos salgan sanos. La zona norte de Navarra está bien pero el resto de España no y la gente va a subir aquí a por la materia prima. No es fácil encontrar personal. La mayor preocupación es el incremento de costes y el continuo goteo de pérdida de ganaderos que va a mermar la materia prima».

* A: J. A. GOÑI
* F :12-05-2023
* P:
* L: PAMPLONA
* T: DINAGRO

La consejera de Desarrollo Rural, Itziar Gómez, fue la encargada de clausurar el Día de la Industria Agroalimentaria.